De banca óptima a banca subvencionada

El anuncio de Zapatero de que va a garantizar los depositos bancarios hasta los 100.000 euros por impositor y de que va a inyectar hasta 50.000 millones en la compra de "activos no toxicos", activos de calidad, a la banca española, no cuadra con las grandes alabanzas al sistema financiero español (el mejor del mundo, según alardeo Zapatero en Nueva York), ni tampoco obedece, al menos en parte, a las razones populistas que se aducen.

¿Porque?

Porque dicen que ese compromiso de garantizar los depositos de los ciudadanos es para que tengan la total tranquilidad sobre sus ahorros. Pero ¿cuando la habían perdido? Es una golosina populista. La auténtica razón es más simple y evidente: Después de que Irlanda y Alemania se comprometieran a garantizar todos los depósitos bancarios en sus paises, la nueva medida de Zapatero tiene por objeto evitar que el ahorro español fluya libremente a los bancos de esos paises. Es una medida dirigida a garantizar a la banca española la conservación de los depósitos en sus cuentas. Es una medida dirigida a dar tranquilidad a los bancos, no a los ciudadanos.

Posiblemente sea necsaria, pero no se nos puede vender la burra como si fuera un favor a los impositores. El alivio que puede agradecer el ciudadano medio y la pequeña pyme es crédito más barato. Pero todo el sistema político-financiero europeo parece estar confabulado con el Banco Central Europeo para evitar que el costo del dinero baje, baje el euribor y bajen las hipotecas. Mientras los pobrecitos yankis tienen el precio del dinero al 2%, los saludables europeos mo pueden aspirar a pagar menos del 5% de interés; y eso cuando lo consiguen.

A este segundo objetivo va destinada la segunda medida, la inyección de más liquidez a la banca. Afortunadamente no se hace , como en EE.UU, comprando activos basura, que permitirán volver a la senda del beneficio a aquellos que fueron arrastrados al fango por su desmedida avaricia. Pero nadie ha explicado hasta ahora porque es buena esa fórmula y no otras más convencionales como la de prestarle a la banca fondos a los tipos de mercado, algo que sería más ortodoxo y, sobre todo, más transparente.

El Gobierno esta reproduciendo de nuevo aquella vieja ley no escrita de la banca: dar dinero sólo al que lo tiene en lugar de reducir las cargas al que lo debe.

La banca española se acostó el lunes siendo la mejor banca del mundo y se acostó ayer martes siendo una banca subvencionada.