Si se pone en el buscador el texto "Jackson Brown no es un gran pensador, ni un Nóbel de literatura" se encontraran con un montón de entradas, copiadas unas de otras, incluso en la entradilla que precede a estas famosas frases del ingenioso Jackson, que fueron la base de un libro editado en más de treinta idiomas. Fue un éxito fulgurante, a pesar de su poco afortunado titulo : "El librito de instrucciones para la vida". Desde 1991 se han vendido más de nueve millones de ejemplares.
Dice la verdad o la leyenda que el tal Jackson Brown quiso darle estos consejos a su hijo cuando partía hacia la Universidad. El chaval hizo unas fotocopias que se distribuyeron como rosquillas cuando nadie todavía sabia lo que era el marketing viral. Una editorial pensó que eran una buena base para un libro y, a partir de ahi, Jackson comenzó sin saberlo su carrrera como gurú de la vida buena, que -dicen - todavía es mejor que la buena vida.
Al día de hoy, con esta tercera entrada, sospecho que solo tengo tres lectores. Dos de ellos, el Erasmusillo y la Senequilla, acaban de partir hacia la universidad, a cientos o incluso a miles de kilómetros de distancia. Ya les entregue hace años un catalogo propio de buenas intenciones parecido. Se llamaba "Dar a la vida" y algún día lo colgaré aquí. Hoy, para que no digan que les mareo con mis propias recomendaciones, les dejo las de Jackson:
Dice la verdad o la leyenda que el tal Jackson Brown quiso darle estos consejos a su hijo cuando partía hacia la Universidad. El chaval hizo unas fotocopias que se distribuyeron como rosquillas cuando nadie todavía sabia lo que era el marketing viral. Una editorial pensó que eran una buena base para un libro y, a partir de ahi, Jackson comenzó sin saberlo su carrrera como gurú de la vida buena, que -dicen - todavía es mejor que la buena vida.
Al día de hoy, con esta tercera entrada, sospecho que solo tengo tres lectores. Dos de ellos, el Erasmusillo y la Senequilla, acaban de partir hacia la universidad, a cientos o incluso a miles de kilómetros de distancia. Ya les entregue hace años un catalogo propio de buenas intenciones parecido. Se llamaba "Dar a la vida" y algún día lo colgaré aquí. Hoy, para que no digan que les mareo con mis propias recomendaciones, les dejo las de Jackson:
- Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
- Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
- Ten un buen equipo de música.
- Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
- Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
- Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
- Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
- Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
- Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
- No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
- Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).
- Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: Mi nombre es fulano de tal; todavía no nos han presentado.
- Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
- Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
- Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
- Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
- Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
- Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.
- No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
- Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. (El que no vive para servir, no sirve para vivir).
- Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
- Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave.
- Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también ‘el gran riesgo’.
- Nunca confundas riqueza con éxito.
- No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
- No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices
- Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
- Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
- Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
- No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
- No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
- Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
- No confundas confort con felicidad.
- Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
- Escucha el doble de lo que hablas (por eso Dios nos dio dos oídos y una sola boca).
- Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
- Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
- Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
- Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
- Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
P.D.- No es del todo cierto el último apunte: Cada pequeño o gran avance lo consiguieron aquellos que tomaron nuevos caminos: O eran desconocidos o eran considerados imposibles por los miles de millones de humanos que les precedieron.